Seguramente no lo sabes, pero puede que estés o hayas estado infectado; quizás fueron esas escapadas a la tienda a cada rato o puede que, en la cola del supermercado, lo cierto es que Carlos asintomático vino de la tienda a su casa, sin atender a la limpieza de sus zapatos y dejando su mascarilla casi arrojándola al suelo, sintiéndose aliviado por una bocanada de aire: Pero esa mañana beso a su mujer, a su madre e hijos, le dio las gracias dándole la mano al repartidor de Amazon, que aún empezaba su jornada de trabajo. Más tarde. Ese mismo repartidos hizo diez paradas más siete familias y tres personas solteras, en una mañana Carlos había infectado a más de cuarenta y cinco personas, por la tarde la cifra era el triple.
Esto que parece una obra del gran maestro Stephen King es una realidad en nuestros días, los días pasados no volverán de eso podemos estar seguros, nada será igual cuando esta pandemia por fin se establezca como otras que también seguirán entre nosotros. La lectura más próxima de la situación es la de un nuevo orden mundial, donde los más capacitados y genéticamente más fuertes sobrevivirán, como lo ha hecho la humanidad a lo largo de su historia, no si dejar eso sí, detrás, toda una sociedad rota recién salida de la UCI.
Nuestro mayor anhelo es volver a salir, retornar nuestro estilo de vida, nada más lejos de la realidad, aún queda mucha guerra que ganar sin olvidar lo más importante.¿será capaz el paciente de asumir su fuerte pero también vulnerable situación?¿seguirá siendo capaz de hacer lo mismo después de todo esto?
D.M.C